En la fijación relativa o flexible, existe movilidad entre los fragmentos de la fractura cuando se aplica una carga. Este movimiento estimula la formación del callo. Esto ocurre utilizando fijadores internos o externos, y dispositivos intramedulares.
Si la fractura es ponteada por un dispositivo rígido, su movilidad se reduce y existe muy poco desplazamiento bajo la carga funcional. Esto se conoce como fijación rígida o absoluta. La única técnica que puede evitar la movilidad en el foco de fractura es la compresión interfragmentaria.
La estabilidad absoluta neutraliza las fuerzas que actúan sobre el foco de fractura, y permite la consolidación directa (per primam, primaria, angiógena o haversiana) sin aparición de callo. Ocurre osificación intramembranosa aposicional y el foco de fractura es atravesado directamente por osteonas. No hay participación del hematoma y el periostio. No es un objetivo, sino una realidad biológica condicionada por la estabilidad mecánica.
La consolidación secundaria o indirecta ocurre cuando la estabilización es flexible y hay movilidad entre los fragmentos. Se presenta inflamación, reparación y remodelación.
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